El Día Internacional de los Trabajadores se originó por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrado en París en 1889. Se acordó celebrar el primer día de mayo una jornada de lucha reivindicativa, y de homenaje a los Mártires de Chicago: un grupo de sindicalistas asesinados en 1886 en la lucha por la jornada laboral de 8 horas, cuando para los explotadores era “normal” que los obreros trabajaran hasta 18 horas diarias en condiciones infrahumanas.

Por: Oscar Hernando Avellaneda

La Revolución Industrial a finales del siglo XIX permitió el desarrollo del capitalismo a costa de la explotación de millones de personas. Bajos salarios, jornadas laborales de 14 a 18 horas diarias, ausencia de salud y pensión para los trabajadores y un sinnúmero de abusos eran cometidos por los dueños de las fábricas de la época.

La Federación de Oficios Organizados y Sindicatos de EEUU y Canadá inició la lucha por las 8 horas. En su convención de 1884, adoptó una resolución histórica, introducida por Gabriel Edmonston de la Federación de carpinteros y ebanistas, que establecía las ocho horas como jornada laboral.

Los periódicos y los políticos al servicio de los patrones afirmaban que la jornada de 8 horas “era comunismo sórdido y rampante”, “que fomentaría la holgazanería y el juego, el amotinamiento, la desocupación y el alcoholismo y significaría salarios más bajos, mayor pobreza y degradación social para los trabajadores”.

Los trabajadores en cambio decían: “estamos hartos de trabajar para nada, queremos sentir el calor del sol, queremos oler las flores… “ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y ocho horas de descanso”

El 1º de mayo de 1886, 200.000 trabajadores habían iniciado una huelga simultánea en varias ciudades de EEUU, mientras los dueños de las empresas intentaban mantener la producción con el uso de los rompehuelgas o esquiroles, pagados por ellos para sabotear la huelga.

El 2 de mayo la policía disolvió violentamente las protestas, disparó contra los manifestantes y asesinó a seis obreros.

Los trabajadores convocaron el 4 de mayo a una marcha para rechazar la represión policial y los asesinatos. Más de 20.000 trabajadores participaban en la marcha en Haymarket Square, cuando explotó un artefacto que mató a un policía. Las autoridades dispararon indiscriminadamente contra los manifestantes y asesinaron a numerosas personas, capturaron a centenares de obreros y los acusaron de la muerte del oficial, siendo golpeados y torturados.

Los medios masivos de comunicación de la época incentivaron la represión. Sin ninguna prueba acusaron a ocho personas que fueron sometidas a un juicio amañado para afectar al movimiento obrero. La prensa exigía que fueran ahorcados y todas las garantías procesales fueron ignoradas a propósito. Como era de esperarse, fueron considerados culpables.

El 11 de noviembre de 1887 fueron ahorcados el tipógrafo George Engel, el carpintero Louis Lingg, los periodistas Adolf Fischer, August Vincent Theodore Spies y Albert Parsons (aunque se demostró que este último no estuvo en el lugar de los hechos).

El obrero textil y pastor metodista Samuel Fielden fue condenado a cadena perpetua, al igual que el tipógrafo Michael Schwab. El vendedor Oscar Neebe recibió 15 años de trabajos forzados. Desde entonces el mundo los conoció como los Mártires de Chicago.

Sobre este crimen José Martí escribió: “¡Estos no son felones abominables, sedientos de desorden, sangre y violencia, sino hombres que quisieron la paz, y corazones llenos de ternura, amados por cuantos los conocieron y vieron de cerca el poder y las glorias de sus vidas. Su sueño, un mundo nuevo sin miseria y sin esclavitud: su dolor, el de creer que el egoísmo no cederá nunca por la paz a la justicia: ¡Oh cruz de Nazaret, que en estos cadáveres se ha llamado cadalso!” y agregó:

“Esta república, por el culto desmedido a la riqueza, ha caído en la desigualdad, injusticia y violencia de los países monárquicos. ¡Trescientos presos en un día! Está espantado el país, repletas las cárceles. La prensa entera, de San Francisco a Nueva York, falseando el proceso, pinta a los condenados como bestias dañinas”.

El justo reclamo de la jornada laboral de 8 horas fue un hecho que marcó un antes y un después en el movimiento sindical mundial, que durante el siglo XX utilizó esta fecha para reclamar sus derechos y protestar contra los abusos de los capitalistas y sus gobiernos corruptos.

Para desviar su verdadero origen y significado en 1954 el Papa Pío XII declaró el 1º mayo como “Día de San José Obrero”.

La fecha se celebra en todo el mundo excepto en EEUU, la superpotencia imperialista, que mantiene bases militares por todo el mundo, ha destruido decenas de países y hoy impulsa la Guerra en Ucrania y el Genocidio del Pueblo Palestino.

En Bogotá se conmemoró por primera vez el 1º de Mayo de 1914 por convocatoria de la “Unión Obrera de Colombia”. El acto principal fue un desfile desde la Plaza de Bolívar hasta el barrio la Perseverancia, en el que se enarbolaron banderas blancas, mientras se entonaba el Himno Nacional.

En Colombia las centrales sindicales unidas han expresado su acogida al Presidente Gustavo Petro destacando que “será el primer Presidente de la historia (de Colombia) en marchar con los trabajadores y trabajadoras un 1° de Mayo”

También la Ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, reiterando el compromiso del Gobierno del Cambio con los derechos de las y los trabajadores colombianos ha invitando a marchar el próximo 1° de Mayo.

Desde Cuba, el Secretario General de la Central de Trabajadores (CTC), Ulises Guilarte de Nacimiento, ha manifestado:

«La celebración del Día Internacional de los Trabajadores en nuestro país será otra contundente demostración del apoyo mayoritario del Pueblo a su Revolución y al proyecto social que construimos. Al propio tiempo se convertirá en un escenario de denuncia frente a la injusticia, la desigualdad, y por el establecimiento de un orden económico internacional en cuyo centro se ubique al ser humano, su dignidad y el bienestar de los trabajadores»

«Mantenemos un enfrentamiento a las crecientes campañas mediáticas de manipulación y desinformación, que utilizando argumentos subversivos, anexionistas y noticias falsas, pretenden crear desconfianza y fracturar la Unidad del Pueblo para promover el estallido social»

En Venezuela, cuna del Libertador Simón Bolívar, los trabajadores también celebrarán su día expresando su respaldo a la Paz, los logros de la Revolución Bolivariana y al Presidente Nicolás Maduro.

¡Porque nuestro trabajo mueve el mundo! Por la justicia social y laboral nos veremos en las calles y principales plazas del país este 1º de mayo, en defensa de las Reformas propuestas por el Gobierno Nacional, por nuestros derechos, para hacer de Colombia un país más equitativo y decente, por la democracia profunda, por la Paz y porque Colombia debe ser una ¡Potencia Mundial de la Vida!

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